miércoles, 17 de diciembre de 2014

Capítulo 3

   Este tercer capítulo trata de la violencia entre pares. Las investigaciones académicas sobre el bullying se iniciaron en los años 70 y se le dijo así a este fenómeno en los Estados Unidos e Inglaterra. Hoy en día en América Latina, el término bullying no es usual más allá de los entornos académicos.


   Un estudio de Plan Brasil pudo establecer que: “las víctimas de acoso escolar son descritas como personas que poseen alguna diferencia en relación con el conjunto, como un rasgo físico notable o alguna discapacidad, el uso de ropa considerada diferente, la posesión de objetos o el consumo de bienes indicativo de un estatus socioeconómico superior”. 

  El proceso de educación para la convivencia ente pares implica, por una parte, diferenciar la agresión inconsciente de los primeros años de la agresión consciente en la adolescencia. Por otra, aceptar la normalidad de la agresión infantil y poner límites adecuados a partir de esas conductas, apostando a que el desarrollo de la infancia lleve consigo el mejorar las capacidades para entender y aceptar las reglas de convivencia.
   Todos nos preguntamos ¿por qué el adolescente consciente de lo que hace, sigue agrediendo? Podría ser interpretado como una vía para el reconocimiento ante sí mismo y ante los pares, a través de la confrontación física y/o el menosprecio a quienes consideran débiles o inferiores. Estas personas son, por lo general, chicos y chicas que no han obtenido el reconocimiento de sus méritos y virtudes en la familia y/o en la escuela. O son adolescentes que no han tenido límites adecuados para sus comportamientos, que tienen madres y/o padres demasiado permisivos o que no logran estar al tanto del comportamiento de sus hijos e hijas. No es lo mismo que los
niños y niñas de corta edad, los cuales suelen expresar lo que piensan sin ningún filtro, llevan consigo una extrema sinceridad que a veces resulta cruel, es falta de conciencia de los propios actos y del respeto por los demás.
   Aunque no es reciente, la violencia entre estudiantes llama cada vez más la atención porque en los países donde se han realizado encuestas, los porcentajes de los niños, niñas y adolescentes que han sido víctimas se sitúan entre el 50% y el 70% de la población estudiantil. Si bien el internet es una fuente importante de información y aprendizaje, también es utilizado como un arma poderosa para el acoso entre pares, porque es muy fácil adoptar un nombre o identidad ficticia para enviar mensajes agresivos y humillantes, alimentados, la mayoría de las veces, por sentimientos homófobos, xenófobos o debidos a otro tipo de discriminación.
   En la mayoría de los países de América Latina los estudiantes expresaron que les resultaba muy difícil establecer las diferencias y los límites entre el juego y la agresión. A continuación les mostramos un cuadro hecho con datos de Brasil que rescatan las motivaciones para los malos tratos, tanto de las víctimas como de los agresores:

  Según los resultados de un estudio realizado en Brasil, los abusos a través del internet son un tipo de violencia cada vez más ejercido por niños, niñas y adolescentes. Les mostramos otra tabla donde en la cual se registran los modos de agresión a través de las redes virtuales:


  Respecto a las soluciones para el problema del acoso escolar, el estudio del Brasil reveló que se deben utilizar formas tradicionales, como la disuasión y el castigo, la suspensión o la citación a los padres. 
  
  Lo que sucede en América Latina es muy similar a lo que ocurre en los centros escolares en Europa. Se hizo un estudio con las respuestas de 3.500 adolescentes, con edades de entre los 13 y los 16 años, pertenecientes a los 50 colegios que mayor multiculturalidad presentan en Europa, cuya media de inmigrantes es del 30%.
  Como siempre les dejamos el link del libro para el que quiera informarese más acerca del tema.

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